La ONG Espacio Público en su informe 2018 reporta que ese año 130 personas fueron detenidas en su intento por buscar, recibir o difundir información o ideas; 139 medios de comunicación, entre ellos El Nacional y El Impulso (TalCual en 2017), se vieron impedidos en su circulación por escasez de papel, retenido por el Complejo Editorial Alfredo Maneiro para su exclusiva distribución a medios complacientes. A finales de 2018, solo estaba activo 18% de los trabajadores de medios registrados en las bases de datos del Instituto Prensa y Sociedad Venezuela.
Opinión / jueves 27 de junio de 2019
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS
DÍA DEL PERIODISTA: DE PREMIOS Y ANTIPREMIOS
Dedicado a RCR 750 AM y su gente, cuyo renacer marcará el renacer de la
patria
“Somos libres, escribimos en un país
libre y no nos proponemos engañar al público” fue el lema del “Correo del
Orinoco” desde su día inaugural, el 27 de junio de 1818, un semanario fundado
en Angostura por Simón Bolívar como órgano oficial del gobierno de la Tercera
República y el más importante portavoz de la causa patriota. Por tal motivo, desde
1965 el 27 de junio es el día nacional del periodista en Venezuela.
Por muchos años, ese día se otorgaron
los Premios Nacionales de Periodismo como reconocimiento a la labor comunicacional
disciplinada, en el marco de la democracia y la libertad, más allá de
militancias o ideologías. Darla post
mortem a Hugo Chávez en 2013 “por
su papel contra la mentira y la manipulación mediática” marcó el giro que
tomaría el trofeo desde entonces, llamado ahora Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. El
galardonado 2019 es José Numa Molina SJ, sacerdote activista de la causa
revolucionaria, “por su actividad en pro de un periodismo por la paz y la vida”.
Se han conocido también los
laureados al Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa, que desde 2009 otorga
en 18 menciones la Fundación Movimiento por el Periodismo Necesario, “grupo de
opinión, periodistas y comunicadores respetuosos del Código de Ética y la
Constitución de la Rep. Bolivariana de Venezuela”, según reza su perfil en
Twitter. Ganadores de ese premio han sido Eva Golinger (2011), el MG Miguel
Rodríguez Torres cuando era ministro de RRII (2014) y este año el programa “Con
el mazo dando” de VTV, por ser “adalid de la justicia comunicacional, al romper
la censura impuesta por […] CNN y sus aliadas, con matrices de opinión
antivenezolanas". Un reconocimiento a Codepink por su “defensa de las
garras del fascismo en la Embajada de Venezuela en Washington”, corona los
premios.
Parece guasa, pero no lo es. Se condecora
a defensores, cómplices o actores directos de una política de estado que apunta
a la supresión de la libertad de prensa y de expresión. Son ya 20 años de una
sistemática operación “salami”, para rebanar poco a poco todos los espacios
comunicacionales escritos, audiovisuales, en redes.
La ONG Espacio Público en su
informe 2018 reporta que ese año 130 personas fueron detenidas en su intento
por buscar, recibir o difundir información o ideas; 139 medios de comunicación,
entre ellos El Nacional y El Impulso (TalCual en 2017), se vieron impedidos en
su circulación (por escasez de papel, retenido por el Complejo Editorial
Alfredo Maneiro para su exclusiva distribución a medios complacientes) o en su
difusión, por bloqueos de sitios web o ataques informáticos de plataformas. No
han faltado atentados contra sedes físicas o contra reporteros durante la
cobertura de calle. A finales de 2018, solo estaba activo 18% de los trabajadores
de medios registrados en las bases de datos del Instituto Prensa y Sociedad Venezuela.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF)
dio a conocer hace pocos días su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa
2019. El párrafo dedicado a Venezuela no tiene desperdicio: “La situación es
muy preocupante en Venezuela (posición 148º), que baja cinco puestos y se
acerca peligrosamente a la zona negra de la Clasificación. El autoritarismo de
Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, parece no tener límites. En 2018 se
intensificó la represión contra la prensa independiente. RSF registró un número
récord de detenciones arbitrarias y de actos violentos perpetrados por las
fuerzas del orden y los servicios de inteligencia venezolanos. En paralelo, la
Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) privó de frecuencia de
difusión a emisoras de radio y canales de televisión que consideró demasiado
críticos con el gobierno, y las autoridades detuvieron, interrogaron y
expulsaron de su territorio a periodistas extranjeros. El deterioro de la
situación ha empujado a numerosos periodistas a abandonar el país para
preservar su integridad física, pues han recibido amenazas”.
Como ironía, lo más valioso del
Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa es el “antipremio” que se otorga a
quienes, según su peculiar visión, atacan “la Revolución Bolivariana y el
pueblo venezolano”. Quién se lo llevará este año, lo sabremos el 29 de junio. En
2017, se lo dieron a los periodistas Alonso Moleiro y María Fernanda Flores… “¡por
cercenar el derecho de los ciudadanos a estar informados!”. En 2016, a Provea
“por cercenar el derecho a la información veraz y partidizar la lucha por los
derechos humanos” y al diario ABC de España “por ser ejemplo de censura”, nada
menos.
¡Brindemos por ellos y por los
periodistas combativos en su día!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario