No es solo el IVIC. El desprecio por
el conocimiento como política de estado y la esencia totalitaria del régimen
han hecho que todos los institutos de investigación y las universidades
nacionales fueran ahogados por falta de recursos para ejercer sus funciones,
fueran perseguidos o amedrentados sus profesores e investigadores y sometidos a
sueldos humillantes, en un intento vano por callar las voces libertarias
propias de las instituciones académicas.
http://800noticias.com/trabajadores-del-ivic-protestan-en-la-panamericana
Opinión / jueves 28 de marzo de 2019
http://talcualdigital.com/index.php/2019/03/28/la-molienda-institucional-por-gioconda-cunto-de-san-blas/
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS
¿Sabía que la arepa que Ud. come en
el desayuno está enriquecida con hierro porque unos investigadores del IVIC,
Miguel Layrisse y Gabriel Chuchani entre otros, se plantearon hace medio siglo
la idea de desarrollar compuestos de hierro que suplementaran la dieta del
venezolano de entonces, debilitado por las anemias que plagaban la Venezuela
rural?
¿Sabía Ud. que en 1973 se creó en el
IVIC el Laboratorio de Genética Humana, bajo la jefatura de Sergio Arias
Cazorla, como entidad pionera en Venezuela para el despistaje de múltiples
enfermedades o condiciones de origen genético, así como pruebas de paternidad?
¿Necesitó alguna vez albúmina
humana, factor 8, inmunoglobulinas para el cuidado clínico de un familiar?
Quimbiotec, planta procesadora de derivados sanguíneos, fue creada como empresa
del IVIC para suministrarlos gratuitamente a todos los hospitales del país en
la atención a sus pacientes. Hoy, extirpada del organigrama del IVIC, está en
cierre técnico a todos los efectos.
Estos son apenas algunos ejemplos de
las múltiples contribuciones que el IVIC aportó al país y sus habitantes a lo
largo de varias décadas como productos de sus investigaciones en las más
diversas ramas del conocimiento humano. Lamentablemente, a lo largo de los
últimos 20 años y en particular desde principios de esta década, el deterioro
no ha hecho sino ahondarse, en paralelo con el desmantelamiento de toda
institucionalidad nacional.
El IVIC en su 60º aniversario presenta una estampa
desaliñada. Desde hace tiempo, sus
laboratorios carecen de presupuestos para sus proyectos, mucho de su personal
altamente capacitado ha emigrado en busca de mejores condiciones laborales, la
infraestructura luce deteriorada por años de abandono y su biblioteca
desactualizada dejó de ser el orgulloso centro de referencia bibliográfica
científica para América Latina y el Caribe. El IVIC apenas sobrevive a la
espera de ese tiempo futuro que marque el nacimiento de una Venezuela próspera.
Las secuelas de los mega apagones
del 7 y 25 de marzo no han hecho sino
agravar la precariedad institucional. Desde entonces, la intermitencia en los
servicios de agua, luz, internet o gas se ha traducido en apenas 2 días de actividad completa en marzo
(6 y 7) y 4 días de actividad parcial hasta mediodía. No hay servicio de
comedor por falta de pago al proveedor. Los apagones prolongados y la falta de
mantenimiento de los sistemas de emergencia eléctrica alternativos provocaron
el descongelamiento y pérdida irreparable de muestras biológicas recolectadas a
lo largo de décadas de actividad científica. La lista de calamidades es extensa,
asociadas unas al deterioro general de los servicios públicos nacionales y
otras a la propia desidia de las autoridades.
Por lo pronto, a pesar de tantas
dificultades y de unos sueldos lastimosos (equivalentes a US$ 10 para personal
científico y becas insultantes de BsS 6 –seis- para estudiantes graduados)
todavía hay en el IVIC profesionales dispuestos a dar sus mejores esfuerzos en la
reconstrucción institucional.
Para quienes participamos de aquel
IVIC pretérito deberá ser compromiso propio y ciudadano acompañar a las nuevas
generaciones de científicos en la tarea de reestructurarlo cuando el tiempo del
resurgimiento llegue. Es esta la hora de plantearnos qué queremos y hacia dónde
dirigir nuestros esfuerzos para que el IVIC renazca como instituto científico
del siglo XXI, una vez superada esta etapa oscura de demolición institucional.
No es solo el IVIC. El desprecio por
el conocimiento como política de estado y la esencia totalitaria del régimen
han hecho que todos los institutos de investigación y las universidades
nacionales fueran ahogados por falta de recursos para ejercer sus funciones,
fueran perseguidos o amedrentados sus profesores e investigadores y sometidos a
sueldos humillantes, en un intento vano por callar las voces libertarias
propias de las instituciones académicas.
Si acaso, tanta indignidad solo
puede conducir a una renovada rebeldía para luchar en favor de un mejor
destino. En ese sentido, vamos bien…
TUITEANDO
LA MOLIENDA SECTARIA intenta horadar
la frágil unidad lograda desde enero de 2019. Las voces destempladas de unos
pocos extremistas que se asumen impolutos enfilan a destruir lo mucho que se ha
logrado en estos meses. Los avances obtenidos en la ruta de la paz, esa misma
que exigen los países comprometidos con nuestra causa, mueven en ellos un
llamado a la guerra, bajo condición de que sean otros quienes arriesguen el
pellejo en la conflagración subsiguiente. No parecen darse cuenta de que así
están trabajando para el usurpador, a quien dicen aborrecer.
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