Contamos para eso con Juan Guaidó, Presidente (e) de la República, con nuestros diputados a la Asamblea Nacional y sobre todo, con el concurso de los ciudadanos que bajo ese fresco liderazgo “no permitiremos que la oscuridad que esparce el régimen entre en nuestros corazones” (Guaidó dixit), mientras labramos unidos esta lucha en las calles para alcanzar la ansiada libertad.
https://elrincondeyanka.blogspot.com/2017/05/himno-venezuela-vida-y-libertad.html
Opinión / jueves 14 de marzo de 2019
http://talcualdigital.com/index.php/2019/03/14/oscurana-por-gioconda-cunto-de-san-blas/
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS
OSCURANA
“Controlar,
callar, doblegar, anular, limitar, someter, restringir, amilanar, amedrentar,
dominar, humillar, coaccionar, asustar. ...Algunos de los verbos del régimen en
su perversa cotidianidad contra la libertad”. Robo este tuit de mi gran
amigo Sergio Antillano (@sergioantillano) para sintetizar la labor corrosiva
del régimen usurpador, una vez más demostrada con la detención del periodista
Luis Carlos Díaz y su posterior liberación bajo condiciones restrictivas. Contabilizados
por el Foro Penal Venezolano, a
estas fechas son casi mil presos políticos y unos 7.820 venezolanos sometidos a
procesos penales por razones políticas, algunos con "medidas de libertad
restringida". A ellos se suman los perseguidos, torturados y asesinados a
manos de los cuerpos de seguridad del estado.
En su insaciable exigencia de
sumisión, cualquier excusa es válida para el régimen en responsabilizar a otros
por sus desmanes. El más reciente, el mega apagón que desde el jueves 8 de
marzo sufrimos los venezolanos a nivel nacional. Luego de 20 años en el poder y
en un intento vano por engañarnos, los usurpadores responsabilizan al “imperio”
por la catástrofe nacional, ignorando los descalabros que desde hace no menos
de 15 años, los expertos han estado anunciando, de no cambiar las políticas
públicas de la “revolución bonita”. Prefirieron expulsar a los técnicos altamente
capacitados para dar espacio a las incompetentes fichas del partido. Los
resultados están a la vista.
Sin luz, sin agua, sin internet, sin
comida, sin servicios básicos de salud, sin libertad, en esta semana nuestras
vidas se han retrotraído a los días coloniales cuando ninguno de esos beneficios
existía, una experiencia dolorosa en lo íntimo y en lo social, al excluirnos del
siglo XXI, la era del conocimiento y la información.
Los saqueos en estos días (en
Maracaibo, más de 500 establecimientos comerciales sufrieron los desmanes de
hordas enardecidas que destruyeron todo a su paso) son la representación grosera
de la debacle económica de un país que mal que bien era puntero en América Latina
en cuanto a riqueza material y estabilidad. Al paso de los bárbaros por el
poder, Venezuela se ha convertido en un erial, con una moneda devaluada cien
millones (108) de veces desde 2008 y una hiperinflación anual
acumulada que sobrepasó 1,6 millones por ciento en 2018, una pobreza que
alcanza al 90% de la población y una emigración de 12%, unos servicios públicos
hechos añicos como producto de la corrupción y la incompetencia. Cumple así el
régimen con la palabra empeñada de dejar a Venezuela en cenizas
llegado el momento de abandonar el poder, tal vez su única promesa satisfecha.
La ruina en salud es tema de comentarios
universales. El aumento en los casos de malaria desde 2000 hasta
2015 suma 359%, seguido por un nuevo incremento de 71% en 2017 que está también
afectando a Brasil, a tenor del éxodo venezolano hacia el norte de dicho país,
un dato particularmente doloroso por cuanto la labor titánica de Arnoldo
Gabaldón y su equipo en el Ministerio de Sanidad, en la segunda mitad del siglo
pasado, condujo a una reducción notable de este flagelo en Venezuela. No solo
es paludismo, son otras enfermedades inducidas por vectores, son las cifras de
muertes maternas, de desnutrición infantil, de tratamientos fallidos y defunciones
prematuras por falta de medicamentos, de equipamiento apropiado o de energía
eléctrica para manejarlos, que han retrotraído nuestro sistema de salud en 50 o
más años y según informes recientes, han recortado
la esperanza de vida del venezolano en tres años y medio, a la existente en 1996.
Es la miseria también en educación a
todos los niveles, desde preescolar hasta educación universitaria:
deserción y ausentismo escolar, renuncia de más del 40% del plantel docente, emigración,
falta de recursos para elevar el nivel de la educación pública. Sume y siga…
La Historia recogerá todos estos
relatos de ignominia. Y también las glorias asociadas a las luchas por la
libertad, inherentes al espíritu humano. Es lo que estamos viviendo en la
Venezuela de estos tiempos, un renacer del espíritu levantisco que hará posible
el pronto retorno a la democracia y a la libertad usurpadas por quienes creen
equivocadamente, al igual que Hitler con su Tercer Reich, que su perversa
quinta república duraría mil años.
Contamos para eso con Juan Guaidó,
Presidente (e) de la República, con nuestros diputados a la Asamblea Nacional y
sobre todo, con el concurso de los ciudadanos que bajo ese fresco liderazgo “no
permitiremos que la oscuridad que esparce el régimen entre en nuestros
corazones” (Guaidó dixit), mientras
labramos unidos esta lucha en las calles para alcanzar la ansiada libertad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario