Sólo con proyectos educativos de gran exigencia y a largo plazo es que pueden mover su mundo las naciones exitosas; sólo así podremos hacerlo nosotros, no hay atajos posibles.
Tal Cual
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
MOVER EL MUNDO
"Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo". Con este aforismo sintetizaba Arquímedes su formulación matemática de la palanca, esa barra rígida que gira alrededor de un punto de apoyo y multiplica la fuerza aplicada a un objeto para hacer más fácil su movimiento.
Con el punto de apoyo de la ciencia y la tecnología movemos nuestro mundo hacia el progreso, con el aporte de científicos sólidamente formados y una población alfabetizada científicamente, capaz de insertarse en el siglo XXI del conocimiento. Ya lo señalaba Winston Churchill en 1944: "los imperios del futuro serán los imperios de la mente".
Hacia esa meta, un segundo punto de apoyo es necesario: en materia de educación de calidad, sobre todo en ciencias, éste gira alrededor de la excelencia del docente. Sólo aquellos docentes sólidamente formados, con altos estándares de conocimiento y exigencia para sí y sus alumnos, serán capaces de mover su mundo hacia el progreso.
Que la influencia de un buen docente es vital para la formación estudiantil no parece evidente para los docentes venezolanos, 79% de los cuales sorpresivamente piensa que el rendimiento escolar no está relacionado con la acción pedagógica.
Por el contrario, datos de la OEDC indican que los alumnos cuyos maestros tienen un alto rendimiento progresan tres veces más rápido que aquellos con maestros poco motivados; como resultado, a la edad de 7 años, niños en el tope de 20% de excelencia tienen el doble de posibilidades de lograr un título universitario que aquellos en el 20% inferior. Y a los 14 años, esta posibilidad ha bajado a 6%.
En países con alta tasa de desarrollo, la profesión docente tiene un elevado reconocimiento social, tanto que los sueldos al inicio del ejercicio profesional son similares a los disfrutados por profesionales altamente capacitados en otras materias.
En Finlandia, uno de los países con mayor éxito educativo, el salario inicial de un docente equivale al 95% del PIB per cápita de su país (en Alemania es 141% mientras que en Venezuela ronda 35% para un maestro y 45% para profesor, docente I).
Pero ese beneficio pecuniario viene aparejado con una exigencia máxima: sólo pueden ingresar a carreras en educación los candidatos con índices en el 10% superior de rendimiento en los exámenes de admisión; es decir, sólo los mejor preparados y motivados, en una palabra, la élite, tendrán opción a cursar una carrera que los capacitará para ser los formadores de la siguiente generación.
Como consecuencia de esa apretada selección, habrá una alta exigencia laboral, recompensada con una significativa remuneración y un enorme reconocimiento social. Sólo así, con proyectos educativos de gran exigencia y a largo plazo es que pueden mover su mundo las naciones exitosas; sólo así podremos hacerlo nosotros, no hay atajos posibles.
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