Mientras tengamos gente como la de SOS Telemedicina, no habrá cabida para el desaliento, y sí para la certeza de un futuro luminoso que espera por nosotros si sabemos conquistarlo.
Tal Cual
Política / Jueves 28 de julio de 2011 / p.7
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
SOS
Para Héctor Arrechedera y su equipo
Tres puntos, tres barras y tres puntos en código Morse, SOS, la señal internacional de solicitud de auxilio, identifica al programa SOS Telemedicina UCV (http://sos.ucv.ve) a través del cual la Facultad de Medicina y su Centro de Imágenes Biomédicas Computarizadas en la Universidad Central de Venezuela proveen asesoría profesional altamente especializada a médicos y personal paramédico que buscan una segunda opinión especializada o que atienden a los habitantes de poblaciones remotas del país.
Asesoría gratuita que se brinda mediante el diseño, desarrollo e implementación de soluciones tecnológicas que conectan en red a centros remotos de atención primaria de salud con médicos especialistas de la UCV, en apoyo al trabajo que desempeña el personal de hospitales y ambulatorios del país y en beneficio de los pacientes que acuden a ellos.
También el servicio permite una interacción directa con especialistas certificados de la salud para emitir una segunda opinión diagnóstica en casos complejos.
De esta manera, poblaciones indígenas de Amazonas y Delta Amacuro han podido beneficiarse de este programa, superando su aislamiento milenario sin moverse de su hábitat natural.
El programa se extiende al estado Nueva Esparta y hay también un proyecto en marcha para el estado Miranda.
Parasitosis raras, malformaciones congénitas y muchas otras afecciones han sido diagnosticadas y tratadas a través de un contacto electrónico entre el personal local y los profesionales calificados de las distintas especialidades médicas que generosamente ofrecen sus conocimientos para esa noble causa.
Esta iniciativa ha estado respaldada por un proyecto LOCTI, ley que en su versión 2005 permitió la interacción directa entre los centros de investigación y las empresas, varias de las cuales orientaron sus aportes hacia este proyecto.
Que esa contribución pueda seguir dándose a través de la LOCTI 2010 está por verse, ya que en esta nueva versión las empresas han perdido su facultad de escoger el proyecto de su preferencia.
Mientras tanto la UCV, como todas las universidades autónomas, lucha con dignidad y tesón por un presupuesto que le permita continuar sus actividades al servicio de la nación, en proyectos de gran resonancia social como el que desarrolla SOS Telemedicina.
Profesores a "dedicación obsesiva"(tomo la frase de Héctor Arrechedera), con salarios inferiores al valor de la cesta básica poseen, no obstante, una mística indeclinable para superar los obstáculos colocados por quienes sólo ofrecen la incompetencia como credencial de gobierno, bajo el viejo expediente del ahogo presupuestario.
Pero mientras tengamos gente como la de SOS, no habrá cabida para el desaliento, y sí para la certeza de un futuro luminoso que espera por nosotros si sabemos conquistarlo.
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