Los gobiernos de derecha, pseudo-revolucionarios de izquierda y militares se dan la mano en eso de forzar visiones sesgadas de la realidad, evidenciando que las etiquetas ideológicas sólo esconden un único deseo de dominación social a través de la manipulación de los más pequeños, en intento de eternizar la mentira por generaciones sucesivas.
Tal Cual
Política / Jueves 12 de enero de 2012 / p.5
Política / Jueves 12 de enero de 2012 / p.5
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
DIOS LOS CRÍA Y ELLOS SE JUNTAN
Bajo protesta ciudadana, el pasado 9 de diciembre el Consejo Nacional de Educación de Chile aprobó una resolución, formulada por el Ejecutivo, que reemplaza "dictadura" por "régimen militar" en los textos escolares de primaria, para edulcorar la referencia al gobierno de facto de Augusto Pinochet que sometió a Chile por 17 violentos años.
Dicho Consejo tiene como integrante a Alfredo Ewing Pinochet, un general que formó parte de la tenebrosa Central Nacional de Informaciones, policía secreta del dictador. Su nombramiento en el Consejo de Educación vino de mano de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y del director general de Carabineros.
De manera que la democrática nación chilena aún lucha contra los fantasmas del pasado, ahora con un gobierno conservador condescendiente hacia una figura que tanto dolor trajo a su país. Y cuyas fuerzas armadas tienen todavía músculo para mandar en terrenos civiles a cuenta de leyes todavía vigentes, aprobadas en época de la dictadura.
Nada nuevo en eso de acomodar la historia para satisfacer apetitos personales y glorificar lo reprobable. Tampoco la interferencia militar en la vida civil. Y mucho menos, la modificación de textos escolares para manipular la mente infantil con un vulgar lavado de cerebro colectivo, en la pretensión de formar una sociedad de autómatas que respondan a un solo pensamiento.
En nuestro patio, la reciente imposición de textos únicos obligatorios en la enseñanza primaria y secundaria apunta a ese fin. La ideologización no se detiene en los temas sociales e históricos, ya denunciada por respetados educadores; también en matemáticas y ciencias se introducen loas subliminales a la revolución.
Las matemáticas son tratadas con ejemplos de una economía "socialista comunal"; las ciencias naturales se plantean desde una perspectiva indigenista (menos del 2% de la población), con escasa referencia a la cultura occidental, parte sustantiva de nuestra nacionalidad; menciones sin cesar a los consejos comunales, sin alusión a las únicas estructuras constitucionales de ordenamiento territorial (municipios, gobernaciones, concejos municipales, etc.); y por supuesto, el Presidente omnipresente y benefactor de todo amparo ("zurdos muy famosos... el presidente Hugo Chávez"; "el gobierno de HCh anunció la Misión..." y más...).
De tal forma que los gobiernos de derecha, pseudo-revolucionarios de izquierda y militares se dan la mano en eso de forzar visiones sesgadas de la realidad, evidenciando que las etiquetas ideológicas sólo esconden un único deseo de dominación social a través de la manipulación de los más pequeños, en intento de eternizar la mentira por generaciones sucesivas.
Que lo logren es otro tema, ahí está el derrumbe del Muro de Berlín como testimonio de la imposibilidad de imponer ideas a perpetuidad.
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