Facundo Cabral

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“Guardar silencio también es tomar partido” Laureano Márquez

sábado, 9 de noviembre de 2013

Un día contradictorio



Mientras más grande es el desafío, mayor será nuestro propósito de contribuir generosamente a que esta tierra, nuestra tierra, la de nuestros hijos y nietos sea la que hemos añorado desde nuestra juventud, cuando cargados de utopías soñábamos con un mundo de justicia, equidad y respeto para todos los venezolanos.





UN DÍA CONTRADICTORIO

Gioconda San Blas

San Antonio de los Altos, 09 de noviembre de 2013


Hoy ha sido un día extraño, contradictorio. Asisto en la mañana al acto de presentación del programa de gobierno del candidato unitario para la alcaldía de mi municipio, un acto sobrio, rebosante de respetuoso entusiasmo democrático, acogido bajo el paraguas de la Mesa de la Unidad Democrática. Cumpliendo con el compromiso asumido el 12 de febrero de 2012 de respaldar al candidato vencedor en las elecciones primarias de ese día, hoy nos encontramos para hacer valer ese acuerdo, sin importar nuestras preferencias anteriores.

Paralelamente, grupos de venezolanos bajo el lema de “autoconvocados” se reunieron en distintas ciudades del país para expresar a su manera su repudio al régimen, haciendo uso del derecho constitucional a protestar.

Mientras esto ocurría, el país se convulsionaba en unos saqueos propiciados abiertamente por el presidente proclamado por el CNE (Chuo Torrealba dixit) cuya “orden” (“que no quede nada en los anaqueles”) disparó la codicia y despertó los más bajos instintos humanos de rapiña en la población, sin distingo de jerarquías, edad o condición social, porque hasta los policías y guardias nacionales, llamados a poner orden, también se sumaron al pillaje para quedarse con parte del botín. No fue que el régimen decidiera usar la ley para penalizar a comerciantes usureros, si ése fuere el caso, a través de los recursos y trámites que las leyes exigen, como se hace en una sociedad civilizada. No. La intención fue crear o acentuar el caos para llevar al país a la tensión extrema, con fines aviesos.

Que tales actos vandálicos se llevaran a cabo el día en que se cumplen 75 años de la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht) no deja de tener un cierto simbolismo. Recordemos que durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, las tropas de asalto de las SA conjuntamente con la población civil provocaron una serie de pogroms y ataques combinados en la Alemania nazi y Austria contra los ciudadanos judíos y sus propiedades, así como también la destrucción de las sinagogas de todo el país, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir. De allí a los campos de concentración y a la política del totalitarismo nazista sólo hubo un paso, con los resultados que ya conocemos.

Para completar el día, la frivolidad se hizo presente en la persona de la nueva Miss Universo, la representante venezolana. Recordé “Tiempos de dictadura”, la película de Carlos Oteyza, una de cuyas escenas recoge los grandes bailes de la época en el Círculo Militar, donde la complaciente sociedad de danzantes giraba alegre al compás de la música, ajenos a los presos políticos que al mismo tiempo eran torturados de manera inmisericorde en los calabozos de la Seguridad Nacional.

Hoy fue un día doloroso, al ver tanta bajeza aflorar sin medida ni control, al ver rostros desfigurados por la codicia, para hacerse de lo ajeno a sabiendas de que no habría autoridad que lo impidiera porque al contrario, ésta lo estimulaba. Ver hasta dónde hemos podido deslizarnos en nuestra degradación como pueblo, como nación, es el fruto de tres lustros de pillaje, ruindad y división de la sociedad, cuyo propósito no ha sido otro que llevarnos a la miseria moral, mucho más grave que la económica.

Fue también un día para la esperanza. Muchos nos oponemos a este estado de cosas, cada día somos más (no hemos hecho sino crecer desde 2007) y haremos todo lo que esté a nuestra disposición, con las herramientas democráticas que nos da la constitución vigente, con el voto del próximo 8D como inmediata acción, para que nuestra tierra, esa tierra que amamos y que por amarla nos duele, se encauce por un rumbo de progreso donde el respeto y los valores de vida señalen la senda. 

Será un camino arduo, muy arduo, porque la destrucción ha sido brutal. Pero mientras más grande es el desafío, mayor será nuestro propósito de contribuir generosamente a que esta tierra, nuestra tierra, la de nuestros hijos y nietos sea la que hemos añorado desde nuestra juventud, cuando cargados de utopías soñábamos con un mundo de justicia, equidad y respeto para todos los venezolanos. No lo hemos alcanzado… todavía. Pero la utopía persiste en nuestro corazón como motor de nuestras acciones, porque ella no ha dejado de ser el faro conductor de nuestros sueños. 

6 comentarios:

  1. Cuando los sueños nos alcancen debemos estar preparados, para tender la mano e invitar a soñar. Los acontecimientos de saqueos de ayer nos ha tocado profundamente en nuestra conciencia como ciudadanos. Pues esto es solo la parte dolorosamente visible, nos han saqueados nuestra identidad, nuestro lenguaje, nuestra alegría venezolana sin par. Es cierto nos tocara una ardua tarea, la de que nuestros hijos y nietos recuperen la confianza, no seremos una generación que se retira, tendremos que estar ahí sin descanso para enseñar que el cielo no es el limite

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    1. Nunca dejamos de soñar y por eso seguimos aportando nuestro esfuerzo en defensa de nuestras ideas

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  2. Buenas reflexiones, sin embargo algo que me entristece aun más es saber que muchas de las personas que saquearon esos locales dicen ser "opositores" al régimen. Parece que el "pónganme donde haiga" y la ley del menor esfuerzo están sobreexpresados en nuestros genes. En fin la tarea no sólo parece ardua, se ve prácticamente imposible y quén sabe si podremos ver los frutos de una Venezuela de orden, paz, progreso y esperanza.

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    1. Para Ernesto y María Eugenia: el trabajo es arduo y llevará más de una generación educar a los venezolanos en valores. Otros países, p. ej., los escandinavos, lo hicieron y de sociedades atrasadas como eran a principios del siglo XX, ahora son las sociedades cultivadas y prósperas que conocemos. Uno de sus secretos fue el compromiso que hizo el Estado, a través de sucesivos gobiernos de diferente signo, con los ciudadanos, para elevar la calidad de la educación. ¿Lo podremos hacer nosotros? Yo no lo veré, pero espero que mis nietos sí.

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  3. Lo de ayer hay que verlo con un poco mas de detenimiento, porque a las tiendas si acudieron rojos rojitos, pero tambien acudio el golillero, el más vivo, el aprovechador, el que dice si no voy yo otro lo aprovecha. Todo aquel que toma ventaja de los momentos miserables de los demás estuvo y dijo presente ayer en Daka. ¿Hasta donde, entonces, seremos capaces de llegar?. Si bien es cierto que tenemos 15 años de exaltación de la impunidad, 15 años de destrucción de valores, 15 años del robo como ejemplo, lo de Daka no puede sorprendernos. Pero si me hace pensar: ¿ese el hombre nuevo de la robolución? ¿como se endereza ese venezolano. Daka es otro ejemplo de como estamos y en que nos hemos convertido, ojo pero tambien me hace pensar que no hicimos bien nuestro trabajo en el pasado, ¿en que fallamos?. Nunca sabremos cuanto se han robado de los demas saqueos: PDVSA, Banco Central de Venezuela, etc. En otros escenarios ni siquiera los saqueadores han sido venezolanos, en otros escenarios el gobierno ha aupado igual que en Daka, a saqueadores cubanos. chinos, iraníes, y diversos socios extranjeros. Lo de ayer da mucho en que pensar, mucho en lo que hay que organizar y de lo mucho que hay que trabajar.

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    1. Para Ernesto y María Eugenia: el trabajo es arduo y llevará más de una generación educar a los venezolanos en valores. Otros países, p. ej., los escandinavos, lo hicieron y de sociedades atrasadas como eran a principios del siglo XX, ahora son las sociedades cultivadas y prósperas que conocemos. Uno de sus secretos fue el compromiso que hizo el Estado, a través de sucesivos gobiernos de diferente signo, con los ciudadanos, para elevar la calidad de la educación. ¿Lo podremos hacer nosotros? Yo no lo veré, pero espero que mis nietos sí.

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