TalCual ha mantenido su compromiso militante y a todo riesgo con la causa de la libertad y la democracia, en un país cuyas mayorías en mala hora escogieron por vía electoral democrática ¡vaya contraste! una ruta “revolucionaria” retrógrada encabezada por un militar golpista, de quien no podía esperarse conductas democráticas. Con el correr de los años, el personaje y sus seguidores, fieles a su esencia, darían al traste con las instituciones, sustituyéndolas por miseria humana y control de la sociedad.
¡Hola Hugo! en letras inmensas a cuatro columnas fue el saludo que Teodoro Petkoff estampó aquel 3 de abril de 2000 en la portada de la edición inaugural del vespertino TalCual, impresa y con olor a tinta, como era costumbre en aquella época cuando la compra de papel para alimentar las rotativas era una rutina administrativa más para cualquier periódico nacional.
Meses antes, siendo director del periódico El Mundo, Teodoro había sido
forzado a renunciar al cargo en razón de sus provocadores editoriales en
contra de las ejecutorias del entonces presidente. “Creyeron que nos iban a
callar”, escribió en su socarrón primer editorial en TalCual. “Bueno, no pudieron. En tres meses montamos
TalCual. Es fruto de la voluntad indomable
de no rendirse ante la fuerza…”.
También en la primera página de esa edición inaugural se estrenaba Teodoro
en la voz de su alter ego, Simón Boccanegra, para reclamar a Jorge Giordani,
entonces y por muchos años ministro de Economía, su incapacidad en aconsejar
debidamente al presidente en temas relacionados con la materia. “¿Sabrá
Giordani lo que es el PIB?” se preguntaba el mordaz editorialista ante los
continuos despropósitos de Chávez en temas económicos, hoy superados con
creces por su sucesor.
Con esa tónica nació TalCual, un diario
destinado a hacer historia en el periodismo venezolano. Que fuese Teodoro su
director, ahora en guisa de periodista, lo hacía más interesante. En mi
época estudiantil en la UCV, la figura de Teodoro era ya legendaria para
quienes simpatizaban con los movimientos guerrilleros que habían tomado el
camino de la insurrección. Pasados algunos años y ya apaciguada la
guerrilla, Teodoro sorprende con un texto fundamental: "Checoslovaquia, el
socialismo como problema", una revisión honesta, e imagino que dolorosa,
sobre ideales rotos en el fragor de la lucha y su definitiva comprensión y
aceptación de la ruta democrática como la única vía para el progreso de la
sociedad, un texto que sacudió de raíz a toda la izquierda de la época y que
lo enfrentó irreversiblemente con los viejos personajes de la nomenclatura
internacional.
TalCual ha mantenido su compromiso militante y a todo riesgo con la causa de
la libertad y la democracia, en un país cuyas mayorías en mala hora
escogieron por vía electoral democrática ¡vaya contraste! una ruta
“revolucionaria” retrógrada encabezada por un militar golpista, de quien no
podía esperarse conductas democráticas. Con el correr de los años, el
personaje y sus seguidores, fieles a su esencia, darían al traste con las
instituciones, sustituyéndolas por miseria humana y control de la
sociedad.
Hace diez años las vueltas del destino me trajeron a
TalCual, para compartir esa empresa
generada por la faceta de Teodoro como periodista crítico y vigoroso de un
régimen al que midió en su verdadera fibra desde el primer momento. Al
formar parte de la "familia talcualera", como él nos llamaba, compartimos
sus luchas por la sobrevivencia del periódico, presa apetecida por un
régimen de insaciable vocación hegemónica.
Aquí estamos, a pesar de las dificultades, en una realidad hoy más hiriente
que hace 21 años. Multas, amenazas, sanciones, persecuciones en ejercicio
perverso del poder, se han convertido en Venezuela en rutina diaria contra
la prensa libre y los comunicadores audaces, para silenciarlos.
TalCual no escapa a esa realidad. En 2015,
la Corporación Editorial Alfredo Maneiro, creada con el único fin de reducir
a discreción la venta de papel periódico a medios complacientes, privó a
TalCual y otros medios de la posibilidad de
adquirir papel para la impresión y publicación de sus ediciones diarias, en
pretensión de ahogarlos en silencio. Desde entonces, el desafío de mantener
viva una voz opositora condujo a reforzar la versión digital, convirtiéndola
en el portal que hoy es.
Al pie de esa primera página de la edición inaugural de
TalCual había también un titular de
farándula, como referencia a la noticia en página interior: “Shakira sacudió
el Poliedro”. El año 2000 había significado para la artista la aparición de
su exitoso álbum MTV Unplugged, el primer álbum en vivo de la cantante
colombiana. Uno podría suponer que su presentación en el escenario local
tuvo como motivación promocional la interpretación de las canciones
contenidas en dicho álbum. “¿Dónde están los ladrones?”, una de ellas, ya cabía en el acontecer de
entonces, más aún el de ahora: “…Los han visto por ahí / los han visto en
los tejados / dando vueltas en París / los han visto en los cocteles / todos
repartiendo ministerio…”. No sé si Teodoro era admirador de la bella y
talentosa barranquillera, pero estoy segura de que habría estado de acuerdo
con esos versos.
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