También soñaré, porque es tiempo de navidad, con que el año próximo los venezolanos nos reencontraremos, separados hoy por un manojo de mandones enquistados en el poder, a quienes dejaremos aislados en su papel destructivo.
Tal Cual
Política / Jueves 11 de diciembre de 2014 / p. 6
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
Es tiempo de navidad. Desde
noviembre me ha ordenado el régimen festejar unas “navidades felices”, animadas
por seis rubros: alimentos, textiles, electrodomésticos, juguetes, calzados y
ferreterías. Alimentos y juguetes difíciles de encontrar; electrodomésticos de
“mi casa bien equipada”, convertidos en una farsa para los sufridos interesados;
rubros atrapados en la espiral inflacionaria, cuando se consiguen.
Un juego de
palabras en afán cruel de transformar la miseria en regocijo, la escasez en
abundancia, la decadencia en prosperidad, como si el solo enunciado de palabras
mágicas fuese suficiente para abrir el cofre del bienestar y la alegría sobre
los ciudadanos de nuestro maltratado país.
¿Navidades felices? Difícil.
Dólar a Bs. 180; petróleo a $60; economía hecha añicos; escasez aguda de
productos básicos; inflación cercana a 80% y subiendo; sistema de salud en
terapia intensiva; falta de medicamentos; inseguridad; tenebrosa situación de
los presos en cárceles dantescas; persecución contra líderes políticos y
sindicales, estudiantes y opositores; ataques a la libertad de prensa; baja
calidad de la educación; saña contra las universidades, el IVIC y cualquier
otra institución que tenga al conocimiento como norte de su acción.
Todo esto y
más configura el cuadro desesperado de un país institucionalmente pulverizado por
la acción destructiva de quienes medran en el poder, bajo el amparo de
ideologías caducas que han demostrado su fracaso donde quiera que se han
probado.
Son pocas las razones para
obedecer el mandato del régimen. No obstante, es tiempo de navidad y la
esperada visita de nietos nos anima a armar nacimientos, adornar árboles,
preparar platos navideños, para ver la sonrisa en sus labios y el brillo de sus
miradas mientras siguen las luces del árbol. No todos nos sentaremos a la mesa; buena parte de mis querencias están lejanas, algunos hijos y nietos, hermanos, sobrinos, amigos, espantados hacia otros lares en búsqueda de mejor calidad de vida. Aun así, los corazones de quienes aquí quedamos se unirán a los distantes para brindar una vez más porque 2015 sea mejor que 2014, aunque la terca realidad de las cifras nos prepare para lo contrario.
También soñaré, porque es
tiempo de navidad, con que el año próximo los venezolanos nos reencontraremos,
separados hoy por un manojo de mandones enquistados en el poder, a quienes dejaremos
aislados en su papel destructivo. Quebraremos hegemonías y nos uniremos en las
venideras elecciones, superando rencores.
Entre todos construiremos ese país
armonioso, de paz, donde el servilismo de la estrechez como política de estado
será sustituido por políticas sociales en favor de una verdadera igualdad de
oportunidades para el ascenso social; donde las diferencias de opinión, más que
fuentes de odio, serán recursos para el consenso.
Bajo esas premisas,
brindemos esperanzados por un mejor 2015 para todos los habitantes de la
comarca. Volveremos el 22 de enero.
También en: http://talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=111423&tipo=COL&idcolum=135
http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2014/12/gioconda-san-blas-tiempo-de-navidad.html
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