Insisten
los obispos en que “el gobierno se equivoca al querer resolver la crisis por la
fuerza. La represión no es el camino. Con ella no ha podido evitar las
manifestaciones de protesta ni dar respuesta al descontento y la rebeldía de la
gente”, al tiempo que nos invitan, al margen de simpatías políticas, a superar
el odio y la violencia.
Tal Cual, 10-04-2014, p. 16
Tal Cual
Política / Jueves 10 de abril de 2014 / p. 7
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
LA IGLESIA CATÓLICA, DOS TIEMPOS
En
lo que sería el año final de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, 1957, y en
ocasión del día del trabajador, Monseñor Rafael Arias Blanco (MRAB), Arzobispo
de Caracas, sacudió la engañosa modorra dictatorial con una audaz carta
pastoral, leída en todas las iglesias de Venezuela. A más de medio siglo de su
publicación, la carta sorprende por su resaltante y vigente mensaje social.
Haciendo
valer el derecho irrenunciable de la Iglesia a actuar en lo social, MRAB habló
de la rapidez con que el país se enriquecía,
a pesar de lo cual “una inmensa masa de nuestro pueblo está viviendo en
condiciones que no se pueden calificar de humanas”.
El desempleo, las deficiencias
educativas y los bajos salarios hundían a muchos en el desaliento, “hechos
lamentables que impiden a una gran masa de venezolanos aprovechar la hora de
riqueza que vive nuestra patria”. Y en ánimo de lucha, da a los
trabajadores un consejo
inaceptable para la dictadura: “reunirse en sindicatos por ellos
libremente escogidos, convencidos como estamos de que la clase obrera tiene que
luchar con responsabilidad y decisión hacia la auténtica promoción obrera”.
Nada que no podamos respaldar como referidos a los conflictos de hoy.
Ante una crisis social de magnitud
similar a la de 1957, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) nos ofrece
ahora un comunicado (2-4-14) que salvo unos breves párrafos pastorales, es un recio
pliego político sobre los sucesos que sacuden a la nación. “Causa fundamental
de la actual crisis es la pretensión del partido oficial y autoridades de la
República de implantar el “Plan de la Patria”, detrás del cual se esconde la
promoción de un gobierno totalitario”, que impone restricciones a las
libertades ciudadanas, inseguridad jurídica y ciudadana, ataques a la
producción nacional, desabastecimiento, carestía.
La lista de reclamos episcopales se
alarga con el rechazo a la visible criminalización de la protesta ciudadana, torturas y
represión incluidas, y con la exigencia al gobierno de desarmar a los grupos
civiles violentos.
“Los estudiantes pacíficos ejercen su
legítimo derecho y merecen respeto” demanda la CEV dos días antes de que una
vez más en la UCV aquellos fueran asaltados, heridos y ahora vejados hasta la
desnudez.
Insisten los obispos en que “el gobierno
se equivoca al querer resolver la crisis por la fuerza. La represión no es el
camino. Con ella no ha podido evitar las manifestaciones de protesta ni dar
respuesta al descontento y la rebeldía de la gente”, al tiempo que nos invitan,
al margen de simpatías políticas, a superar el odio y la violencia.
Tarea difícil, dados los niveles de barbarie
a los que hemos llegado en 15 años. Habrá quien apele al poder divino, Iglesia
mediante. Otros, en cambio, lidiaremos con fuerza terrenal los agobiantes
asuntos apuntados en el rotundo comunicado de la CEV.
También en: http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=101420&tipo=COL&idcolum=135
http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2014/04/gioconda-san-blas-la-iglesia-catolica.html
www.analitica.com/va/sociedad/articulos/7559313.asp
También en: http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=101420&tipo=COL&idcolum=135
No hay comentarios.:
Publicar un comentario