Rayma, 17-04-2013
Política / Jueves 18 de abril de 2013 / p.8
AL COMPÁS DE LA CIENCIA
GIOCONDA SAN BLAS
MIENTRAS TANTO...
“Un
gobierno mientras tanto…”, así calificó Henrique Capriles Radonski (HCR) al
gobierno que preside Nicolás Maduro. Una exigencia opositora de reconteo total
de votos, aceptada y luego rechazada, ha sido respaldada por diversos países y
la OEA, como necesaria para revalidar la legitimidad del proclamado vencedor del
14 de abril.
Observadores internacionales, invitados por el propio gobierno bajo restrictivas condiciones, han expresado sus dudas: “No podemos afirmar categóricamente que en el proceso hubo una limpieza plenamente democrática"; “para tranquilidad de todos es importante abrir un proceso de clarificación para que el próximo presidente no ofrezca duda en su legitimidad”; "el CNE no puede ser irresponsable y dejar que tome posesión un candidato cuando se exige que se cuenten los votos", son apenas algunas de las declaraciones ofrecidas.
“No luché
contra un candidato sino contra el abuso del poder”, dijo HCR mientras
consignaba más de 3.200 irregularidades electorales en todo el país.
Unos
800 mil venezolanos que en octubre votaron por Chávez, el domingo pasado lo
hicieron por HCR, lo que hizo posible que la brecha entre el gobierno y la
oposición bajara de 10,9 a 1,6% (235 mil votos). Los jerarcas del régimen se preguntan
por qué esa deslealtad al legado de Chávez. La respuesta es que el tal legado
no es más que corrupción, desabastecimiento, represión, inflación, devaluación,
arbitrariedad y más. Y que así han llevado al país a la quiebra institucional y
económica y a la degradación republicana. De forma que el ciudadano ahora apoya
a quien propone construir un país sin odiosas exclusiones, no otro que HCR.
Mientras
los sondeos de opinión apuntan a un deseo compartido de país, de tolerancia y
respeto por el otro, el ilegítimo presidente insiste en despreciar a ese 49% o
más de ciudadanos que votamos por otra opción (¿saben que la mayoría es nuestra
y por eso impiden el reconteo?). Acentuando los pasos de su padre político, se
niega a aceptar que todos los venezolanos cabemos en esta tierra que nos
pertenece. Para ellos somos enemigos a ser eliminados, no adversarios con
quienes resolver disensos en paz.
El
ambiente opositor actual es diferente al del 8 de octubre. Entonces, la
pesadumbre inmovilizó el ánimo colectivo al punto de sufrirlo como un duelo.
Ahora el escenario es de fresca rebeldía, de legítima protesta ciudadana, bajo
el liderazgo de HCR, que ha asumido a plenitud su rol conductor de quienes
deseamos vivir en un país de progreso, pacífico, sin etiquetas partidistas
excluyentes.
De
este momento crítico saldremos fortalecidos como nación, no me cabe la menor
duda. Nadie dijo que esta lucha sería breve o fácil. Aquí seguiremos, sin
declinar, sin rendirnos, porque tenemos la evidencia de que cada vez somos más
y la convicción de que la justicia y la verdad están de nuestro lado.
También en www.analitica.com/va/politica/opinion/1118743.asp
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