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jueves, 1 de marzo de 2018

La Academia y el cambio climático en el país

A pesar de las circunstancias adversas, del insulto constante al mérito académico, de la devastación paulatina de universidades y centros de investigación, de la banalización del conocimiento, aun así el mundo universitario, las Academias nacionales y la Acfiman entre ellas, continúan cumpliendo con el país. Al entregar al dominio público estos reportes, Acfiman contribuye con herramientas para afrontar el grave problema del cambio climático y se suma al desafío de las naciones por impedir el calentamiento global.




Opinión / Jueves 01 de marzo de 2018 

http://talcualdigital.com/index.php/2018/03/01/la-academia-y-el-cambio-climatico-en-el-pais-por-gioconda-san-blas/

AL COMPÁS DE LA CIENCIA

GIOCONDA SAN BLAS

LA ACADEMIA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL PAÍS 

¿Sabía Ud. que en años recientes la temperatura promedio de la Tierra ha subido más de un grado centígrado, influyendo en el deshielo de los polos y provocando inundaciones? ¿Sabía que de llegar a dos grados, algunas ciudades costeras se sumergirían, que en Venezuela podrían afectarse sus 2.394 kilómetros de costa, sus islas y más de 5 millones de pobladores ribereños en la segunda mitad del siglo XXI, y que los montañeses también se verían perjudicados porque en ambiente más cálido, los mosquitos transmisores de malaria, dengue y chikunguya subirían la cumbre?

Datos como estos y muchos más se reúnen en el Primer Reporte Académico de Cambio Climático (2005-2015) y el Resumen para Responsables de Políticas de Cambio Climático en Venezuela, presentados el pasado 21 de febrero por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), a través de su Secretaría Académica de Cambio Climático (SACC), con la participación de investigadores de universidades y centros de investigación nacional y apoyo de instituciones foráneas.

El cambio climático y sus implicaciones para la vida en el planeta siguen siendo motivo de debate. Casi todos los países, incluyendo Venezuela, han suscrito diversos documentos, entre ellos el reciente Acuerdo de París, que desde diciembre de 2015 obliga a presentar planes nacionales para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros compromisos.

Lamentablemente, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París en junio pasado ralentiza las metas fijadas para 2025 en cuanto al recorte de emisión de estos gases. La decisión presidencial del segundo mayor emisor en el mundo se enmarca dentro de intereses industriales pecuniarios, unidos a un dogmatismo quasi-ideológico y anticientífico, según el cual los aportes científicos al tema de cambio climático serían producto de la fabricación de datos y no el resultado de décadas de observación y registro de informaciones comprobadas una y otra vez en todos los rincones del planeta, muchas de ellas emanadas de sus propios laboratorios.

Fue Octavio Paz quien dijera que “la ceguera biológica nos impide ver, pero la ceguera ideológica nos impide pensar”, una frase que bien podría aplicarse al ejemplo citado. Pero no precisamos ir tan lejos para constatar las gríngolas ideológicas que frenan el progreso. De dogmatismos que nos impiden ver y pensar también nosotros los venezolanos cargamos con nuestra cuota, cruelmente visible para todos aquellos que quieran mirar en su entorno. Y es precisamente aquello que vemos a nuestro alrededor lo que nos permite apreciar más aún el empeño de esa cohorte de soñadores de la SACC que se prohibieron dejar de soñar y actuar en el desierto áspero de ideas decimonónicas que nos han llevado al país menesteroso que actualmente tenemos.

A pesar de las circunstancias adversas, del insulto constante al mérito académico, de la devastación paulatina de universidades y centros de investigación, de la banalización del conocimiento, aun así el mundo universitario, las Academias nacionales y la Acfiman entre ellas, continúan cumpliendo con el país. Al entregar al dominio público estos reportes, Acfiman contribuye con herramientas para afrontar el grave problema del cambio climático y se suma al desafío de las naciones por impedir el calentamiento global.

Una voz socarrona me murmura que el país, maltrecho como está, ya ha cumplido con todas las metas de reducción de gases de efecto invernadero debido a la destrucción del aparato productivo, disminución del parque automotor, contracción de energías diversas, merma de la población por diáspora y mucho más. Es decir, apagado el país no habría calentamiento que lamentar…

Ironías aparte, estos documentos pueden ayudar al diseño de políticas públicas para que el Estado venezolano cumpla al más alto nivel con las obligaciones nacionales e internacionales a que se ha comprometido. Tal vez haya que esperar un poco para que el Estado esté en manos de cabezas más sabias y aprecie el regalo que hoy la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, a través de su Secretaría Académica de Cambio Climático, entrega a la nación.


TUITEANDO

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2017 (ENCOVI), producto del trabajo conjunto de UCV, UCAB y USB, fue presentada la semana pasada. Sus conclusiones son estremecedoras para la conciencia nacional.

Las Academias Nacionales se pronunciaron en torno a la convocatoria a elecciones. Proponen unirnos en un frente común.

¡Es hora de cambiar! Es el lema de un llamado a reunirnos el martes 6 de marzo a las 9:00 am en el Aula Magna de la UCV, en un esfuerzo unitario.

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