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jueves, 22 de agosto de 2013

LOCTI y LOC, frenos a la creatividad

Mucho tienen en común la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) de 2010 y la Ley Orgánica de Cultura (LOC) aprobada días atrás por la Asamblea Nacional. Hijas del mismo proyecto pseudo-revolucionario totalitario, ambas procuran absoluta hegemonía y control de las actividades científicas y culturales, distinguidas desde siempre por la libre creación intelectual de sus actores.

Zapata, El Nacional, 12-08-2013
Tal Cual

Política / Jueves 22 de agosto de 2013 / p.6

AL COMPÁS DE LA CIENCIA

GIOCONDA SAN BLAS

LOCTI y LOC, FRENOS A LA CREATIVIDAD



Mucho tienen en común la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) de 2010 y la Ley Orgánica de Cultura (LOC) aprobada días atrás por la Asamblea Nacional. Hijas del mismo proyecto pseudo-revolucionario totalitario, ambas procuran absoluta hegemonía y control de las actividades científicas y culturales, distinguidas desde siempre por la libre creación intelectual de sus actores. Con ellas y otras, el régimen apunta a la sujeción individual y dominio total de la sociedad a través del freno a la libertad de pensamiento, ideas y creación propios del ser humano. 

Mientras la LOCTI establece una autoridad nacional con competencia en materia de CTI, la LOC recae en el Ministerio de Cultura y el Poder Popular la función de  concebir, diseñar, promover y controlar las políticas públicas en materia cultural, para “evitar la práctica de todo colonialismo, despojo espiritual del avasallado”. Sólo valdrá lo que imponga el régimen de acuerdo a un pensamiento único y parroquial, que relega cualquier relación cultural fuera del mundo latinoamericano y caribeño.


Copiando a la LOCTI, que desde 2010 establece el Fondo Nacional de CTI para la administración, recaudación y control de los aportes para el sector, la LOC ahora crea el Fondo Nacional para la Cultura. A partir de su vigencia, las empresas con ingresos brutos mayores de 100 mil UT (unidades tributarias) (LOCTI) ó 20 mil UT netos (LOC) deben aportar cada año a estos fondos, en menoscabo de las contribuciones que ellas hacían a sectores científicos o culturales, de común acuerdo entre las partes. 

Así se agrega un impuesto recurrente más a los 24 ya existentes. Por LOCTI, el monto oscila entre 0,5 y 2% de los ingresos brutos anuales, mientras que por LOC, el tributo será del 1% de las ganancias. No son magros los montos que maneja el régimen a través de estos fondos. Por LOCTI, la información oficial señala que se recaba alrededor del 2,69% del producto interno bruto (PIB). Tomando datos oficiales del Banco Central de Venezuela (PIB 2012, Bs. 1.635 millardos), el fondo de CTI rondaría los Bs. 40 mil millones en 2012 y una cifra similar en 2011. 

Si estas enormes sumas sirvieran de verdad para el impulso a las actividades de estos sectores, sería de regocijarnos. Pero la realidad es terca: las cifras anunciadas oficialmente como aportes a CTI cubren apenas una fracción de esos montos, mientras la productividad científica declina sin cesar desde 2008, encontrándose ahora en nivel similar a la que teníamos en 1996. 

¿A dónde ha ido tanto dineral? Probablemente al mismo lugar adonde irá el fondo de cultura. Mala señal es que la LOC haya sido aprobada en una sesión de la Asamblea Nacional en la que se enseñoreó la incultura por boca de un diputado rojo, que con lenguaje soez propio de bajos fondos, dio fe de la degradación institucional en esta era pseudo-revolucionaria.

También en: www.analitica.com/enfoqueeconomico/9972624.asp

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